La Isla de Cozumel no siempre fue el paradisiaco destino turístico que conocemos hoy en día. La Isla ha sido habitada, deshabitada, conquistada y hoy en día casi re-inventada. Los edificios son cómplices de este proceso y la antigua casona que se encuentra ubicada en el Corazón del Centro Histórico de la Isla Cozumel en donde hoy vive el Jacinta es un gran ejemplo. Fue construida a principios del siglo XX y ha logrado mantener su esplendor a lo largo de cuatro generaciones, es una tradicional casa con influencia yucateca.
Jacinta es un puente al pasado, siendo un tributo plástico a los repoblados de la Isla, recordando fonéticamente su presencia : JACINTO, una de las dos indígenas que se rebeló contra la opresión en busca de un mejor futuro para los pobladores originales de Cozumel. Hoy en día la gastronomía nos permite demostrar la mezcla de culturas y agudizar el vínculo que existe entre la cultura de Yucatán y Cozumel. Es una gran sorpresa deleitarse con platillos típicos de la región que se caracterizan por un toque de algo más global. La mezcla de los sabores con la atmósfera del espacio lo hacen ideal para sentir un hogar pasado desde adentro y una vivencia totalmente contemporánea hacia afuera.
El proyecto arquitectónico y de interiorismo corrió bajo la Oficina de Punto Arquitectónico, Lorena Guzmán, LDI y Nuestro Hábitat, quienes explican que el mayor reto fue crear que las ampliaciones o intervenciones a la antigua casona siguieran con el discurso de la casa. El proyecto abarca tres espacios principales: el restaurante permite disfrutar de platillos como langosta en frutos rojos, un traspatio para una futura expansión y una casa que funciona independientemente. La experiencia se complementa con una boutique que ofrece artículos regionales y totalmente artesanales hechos a mano por un grupo de artistas locales. Demostrando el profundo amor a nuestra tierra. Si estás de visita en la Riviera Maya, Jacinto es un espacio que no debes olvidar visitar.