Hay lugares donde te sientes como si estuvieras en un sueño, donde la belleza que te rodea es casi tan placentera como los sentimientos causados por las sensaciones más relajantes y pacíficas posibles. Esto puede sonar demasiado poética, pero no es nada en comparación con la experiencia de visitar Hacienda Uayamón. La antigua hacienda fue construida en el año 1700; cada espacio refleja la magia y el misticismo que se encuentra en este edificio de más de 300 años de antigüedad. Una vez más el amarillo hace presencia en los majestuosos muros que dan estructura al sitio, y los grandes y frondosos árboles embellecen el paisaje como si se tratara de una pintura. Como todos los destinos en la Península de Yucatán, Uayamon tiene al servicio más amable y ameno, a los cuales les encanta recibir huéspedes entusiastas. Las villas y suites han sido completamente renovadas para dar cabida a las necesidades de hoy en día, manteniendo la personalidad arquitectónica de la hacienda. La alberca abierta es una de las más famosas en el país, gracias a las viejas columnas centrales que la hacen único. Para deleitar el paladar su restaurante ofrece una variedad de platos que fusionan la cocina internacional con los platillos originarios de Campeche. Una vez que vienes aquí, querrás volver siempre.