Cualquier estudiante, conocedor o interesado en el tema sabe a la perfección la importancia de la obra del Arquitecto Teodoro González de León. Estas líneas tiene el único fin de honrar la memoria de una vida que ha dejado un legado arquitectónico hermoso en México. Es en memoria de un artista, un arquitecto y un genio del espacio. Se despide de este mundo a los 90 años, estando lúcido, creativo y observador como siempre. El Arq. Teodoro González de León fue discípulo de Le Corbusier. Por lo que su obra brutalista se explica y se entiende en mayor forma. En una de las entrevistas dijo:
“Yo diría que pienso en tres dimensiones. El espacio se mueve dentro de mi cabeza como en un ejercicio mudo”
Con estas palabras se puede entender la complejidad absoluta y espacial que dejó en la Arquitectura que creó: El Auditorio Nacional de la Ciudad de México, El Museo Universitario de la Ciudad de México, El Museo Rufino Tamayo,El Colegio de México, y el Conjunto Urbano Reforma 222. El sello arquitectónico monumental que dejó será el recuerdo permanente de esta gran personalidad. EL Arquitecto nacido en al Ciudad de México, egresado de la UNAM se vio entregado desde niño a pensar en el espacio, a producir arquitectura y a siempre ir en apoyo de su país. Ganó respeto nacional e internacional por medio de su trabajo que demuestra pasión y entrega. Esto se vio reconocido por diferentes premios como el nombramiento del miembro honorario del American Institute of Architects, la Academia de Artes y la Academia Internacional de Arquitectura así como del Colegio Nacional.
Siempre recordaremos esta gran personalidad mexicana y la escuela que ha dejado atrás: honestidad del material,estética de abstracción, adoración a las formas perfectas geométricas y simpleza en la composición.