Existe un lugar en la Ciudad de México donde el significado de la palabra “lujo” se cumple en cada servicio, cada momento y cada espacio; se trata del flamante hotel St. Regis. Aunque su nombre habla por si sólo, vivir la experiencia de visitar, y más aún, de celebrar tu boda en esta sede de una de las ciudades más bonitas del mundo, es un privilegio y un placer en todos los sentidos. St. Regis Ciudad de México está ubicado en la Torre Libertad que cuenta con 31 pisos y una vista espectacular; cuenta también con 189 habitaciones, de las cuales 36 son suites de lujo, por lo que tanto tus invitados como tu pareja y tú podrán vivir como reyes durante su estancia en el hotel. Una de las distinciones de este destino es sus grandes y opulentos salones para eventos, que destacan por tener muy buena luz natural, candelabros artísticos y decoración inmejorable. El Salón Astor tiene capacidad para 540 invitados, el lugar perfecto para una boda a lo grande; el Salón Madeleine tiene capacidad para 360 invitados y nos encanta sobre todo por los candelabros de Sharon Marston y la terraza divina que tiene; el Salón Diamond tiene capacidad para 140 invitados y además de su agradable terraza, ofrece una memorable vista de la flamante Avenida Paseo de la Reforma. Cualquiera de los escenarios que elijas para llevar acabo tu enlace matrimonial se complementará a la perfección con el servicio de calidad mundial que se ofrece en el hotel, y si te preocupaba la parte de sabor, entonces quedarás más que encantado con esta noticia; el Chef Ejecutivo Sylvain Desbois diseñará un menú excepcional para tu boda, trabajando estrechamente con la pareja para poder crear una cocina a su medida. Para la parte dulce la aclamada repostera Paulina Abascal, especializada en pasteles de boda y postres para este tipo de eventos, se pone a su disposición para dar un servicio personalizado y exclusivo con productos de la mejor calidad, creando así mesas de postres que volverán locos de goce a todos tus invitados. Sin duda alguna St. Regis Ciudad de México es para quienes el lujo no es una opción, es una necesidad.