No lo culpamos por querer aprovechar al máximo la experiencia de hospedarse en un resort de lujo en uno de los destinos más exclusivos de México. Restaurantes galardonados con prestigiosos premios, piscinas de revista, un nivel de servicio de clase mundial y una gran variedad de actividades para mantenerlo entretenido desde que amanezca hasta que anochezca lo esperan. ¿Por qué habría de querer salir del resort?
Aunque disfrutar de una deliciosa selección de comida mexicana junto a la piscina, y aprender acerca del origen del tequila durante una de las degustaciones que ofrece el resort le dan una “probadita” de la oferta cultural mexicana, la mejor manera de experimentar las riquezas culturales del pueblo mexicano en el que usted se encuentra, es visitando su plaza.
En México, la plaza es considerada el centro cultural del pueblo, un gran espacio público que comúnmente se encuentra ubicado justo enfrente de la iglesia principal del pueblo. En el centro de la plaza usualmente se encuentra un monumento, una fuente, un quiosco o un jardín. En la mayoría de los casos, la plaza está rodeada de pequeñas tiendas y restaurantes locales, así como de importantes edificios de gobierno. La plaza es un punto de reunión de suma importancia para el pueblo; en ella, usted encontrará gente conviviendo, gente tocando música, mercados abiertos, al igual que una gran variedad de eventos políticos y culturales.
El domingo es el día más ocupado en la plaza, pero también es el día en que usted podrá sacar el máximo provecho de todo lo que ofrece. Ya que más del 80% de la población de México se considera católica, muchas personas se reúnen en la plaza después de la misa del domingo. Usted podrá ver a familias enteras caminando hacia la iglesia; las niñas con sus vestidos, los niños de camisa y las abuelitas con mantas sobre su cabeza. Mientras la gente está en misa, los vendedores comienzan a alistar sus puestos afuera.
En la plaza usted podrá encontrar una gran variedad de antojitos mexicanos que, muy probablemente, no encontrará en su resort. Pruebe la tradicional nieve de garrafa, la cual se originó en la época de la Conquista y después de perfeccionó con técnicas traídas de Italia. ¿O qué tal una deliciosa nieve raspada con jarabes hechos en casa a base de frutas regionales? Desde los deliciosos churros de azúcar hasta los famosos esquites, preparados con crema, queso, limón y chile, usted quedará feliz y satisfecho.
Tome asiento en una de las bancas que rodean el centro de la plaza mientras disfruta de su comida. Mire a los niños reír y jugar mientras corretean a las palomas que se encuentran afuera de la iglesia. Absorba esta experiencia mientras se deja deleitar por la música de la marimba, dándole la bienvenida a este lugar, a este momento. Le prometemos que esta experiencia valdrá la pena.