México cuenta con un vasto patrimonio histórico y cultural. Prueba de esto son los más de 2,000 sitios arqueológicos que se encuentran registrados a través del territorio mexicano, de los cuales aproximadamente 200 se encuentran abiertos al público. A través de sus ruinas y tesoros enterrados, estos impresionantes vestigios arqueológicos cuentan la historia de los antiguos pueblos prehispánicos, los cuales son una parte esencial del legado mexicano.
Monte Albán es una de las zonas arqueológicas más espectaculares del país y se encuentra ubicada a 10 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, la capital del estado mexicano que lleva el mismo nombre. Monte Albán fue sede de una importante ciudad mesoamericana fundada por los zapotecas a finales del periodo Preclásico Tardío. Nombrada por los zapotecas “Dani Baá”, o Montaña Sagrada y, posteriormente, “Yucucui” o Cerro Verde, por los mixtecas, esta ciudad antigua se encuentra sobre un conjunto de macizos montañosos, a 400 metros de altura, en la región de los Valles Centrales de Oaxaca. En esta montaña crecen árboles que se llenan de flores y que hacen que la cima de vea blanca durante la primavera; de ahí el nombre de Monte Albán.
Como la mayor parte de las grandes ciudades prehispánicas, Monte Albán, a lo largo de su historia, fue una metrópolis con una población pluriétnica. Aunque el origen de sus primeros pobladores se sigue debatiendo, actualmente se sabe que la ciudad fue habitada por los zapotecas y por los mixtecos. Asimismo, Monte Albán cuenta con rasgos arquitectónicos que reflejan una fuerte influencia por parte de la cultura Teotihuacana.
Entre los monumentos principales que se encuentran en Monte Albán, destacan la Gran Plaza y las lápidas de los Danzantes. La Gran Plaza es una gran planicie que ofrece vistas de 360 grados desde donde se pueden observar templos, palacios y el famoso juego de pelota. La Gran Plaza se consideraba el principal centro ceremonial de la metrópolis, y a sus alrededores se encontraban las residencias de la élite.
En la esquina suroeste de la plaza se encuentra un templo con las famosas lápidas de piedra tallada conocidas como “Los Danzantes”, las cuales representan hombres desnudos con el cuerpo retorcido y contorsionado en todo tipo de posiciones, y de los cuales algunos parecen haber padecido una mutilación genital. Algunos afirman que los danzantes son representaciones de danza, otros que son víctimas de sacrificios, y también se afirma que podrían ser grabados médicos que documentan deformaciones congénitas.
En la entrada a la zona arqueológica de Monte Albán se encuentra el Museo de sitio, el cual cuenta con la colección de Estelas Grabadas halladas en la zona, las cuales muestran el desarrollo del sistema de escritura a través de las cuatros fases de ocupación zapoteca de Monte Albán. El museo también cuenta con una selección de piezas que ofrecen una perspectiva acerca de la organización social y de los ritos que tuvieron estas culturas prehispánicas.
Consejo exclusivo: No olvide llevar su cámara. Las vistas del valle y de la ciudad de Oaxaca son impresionantes al atardecer.