El campo de golf al que se le atribuye el haber colocado a Los Cabos en el escenario internacional de golf es el Ocean Course (en la foto arriba) en Cabo del Sol, un magnífico y emblemático diseño de Jack Nicklaus que debutó en 1994. Este diseño centelleante se encuentra ubicado sobre, en las palabras del propio Nicklaus, “el mejor terreno de golf que jamás haya visto”, y abarca más de una milla a través de un extraordinario paisaje desértico con escarpadas montañas de 6,000 pies de altura en el fondo. Frecuentemente descrito como el ‘Pebble Beach of the Baja’, su recorrido par 72 cuenta con siete hoyos que tocan una costa marcada por sus escarpados afloramientos de granito y playas bañadas por el sol y por el Mar de Cortés. El Ocean Course se encuentra entre los 100 mejores campos de golf a nivel mundial según Golf Digest y GOLF Magazine.
Rehusándose a descansar en sus laureles, Cabo del Sol completó una importante renovación de búnkeres el otoño pasado para que los elementos estratégicos del diseño adquieran mayor prominencia. El proyecto fue dirigido por Jim Lipe, el asociado de diseño original de Ocean Course para Jack Nicklaus.
“El impulso hacia la renovación de los búnkeres nació del deseo de reemplazar la arena contaminada con arena nueva de alta calidad”, dijo Greg Tallman, Director de Golf de Cabo del Sol. “De ahí, comenzamos a examinar fotos antiguas, y nos dimos cuenta de que las formas y los diseños originales habían cambiado sustancialmente en los últimos 20 años o más que el Ocean Course ha estado abierto al público. Tuvimos la fortuna de poder contar con Jim Lipe, quien examinó cada hoyo con la intención de eliminar varios búnkeres, y al mismo tiempo contemplando la posibilidad de incluir algunos nuevos que habíamos planteado a través de los años. El resultado final es una infraestructura que ha sido mejorada considerablemente con un aspecto estético digno de un campo de golf de gran categoría.”
Una vez que la arena vieja fue retirada de los búnkeres, los contornos de los búnkeres, que se habían nivelado con el tiempo, fueron remoldados y restaurados. Además, a los pisos de los obstáculos se les devolvió su forma cóncava original. Para lograr mayor precisión, las fotos y los planos originales del campo se utilizaron como referencia durante el proceso de reconstrucción.
Con un enfoque basado en la idea de que “menos es más”, Lipe removió 19 búnkeres y añadió algunos nuevos. En dos ocasiones, los búnkeres se unieron para formar un solo obstáculo de arena. Tras darles forma, a todos los búnkeres se les añadió arena nueva, así como un nuevo sistema de drenaje. El resultado neto de la renovación: El Ocean Course ahora cuenta con 72 búnkeres bien posicionados, 16 menos que antes de la remodelación. La reducción en el número de búnkeres acentúa el diseño claro y limpio del campo, sus líneas fluidas y las majestuosas vistas al mar. Lipe señaló que los búnkeres que fueron removidos tendían a sancionar a los hándicaps más altos.
“Queríamos superficies proyectadas en donde fuese necesario para permitir la visibilidad, pero en general, eliminamos las pendientes en los búnkeres para mejorar la experiencia de juego”, explicó Lipe. “Eliminar búnkeres innecesarios nos permitió volver a incorporar el desierto al campo de golf”.
Además del trabajo de recuperación de los búnkeres, dos nuevos tees exclusivos para mujeres se añadieron a finales del año pasado. En el hoyo 14, un par 4 corto, la nueva tee box cuenta con “una ubicación más justa y más atractiva” que antes, según dice Tallman. En el espectacular hoyo 18, par 4, un dog leg de izquierda a derecha que traza la curva de la costa rocosa, un nuevo tee para mujeres junto al mar ahora ofrece una perspectiva más hermosa desde los marcadores rojos.
Un ajuste final se llevó a cabo para fortalecer el hoyo 15 par 5, el cual se desploma cuesta abajo desde el punto más elevado del campo hacia un amplio fairway con el espumoso Mar de Cortés en el fondo. Un nuevo back tee se ha encargado de ampliar el hoyo de 530 a 550 yardas, mientras que un nuevo bunker en la zona de manejo, sugerido por Nickalus, permite que los jugadores paren a reflexionar antes de pegarle a la pelota.
Aunque a menudo suele ser eclipsado por el Ocean Course, el Desert Course en Cabo del Sol, un diseño de Tom Weiskopf situado sobre el Ocean Course y el Mar de Cortés, es una prueba de golf bien equilibrada que lleva a los golfistas en un recorrido emocionante a través de barrancas y laderas cubiertas de cactus. Tiro a tiro, el Desert Course, que abrió sus puertas al público en 2001, se encuentra entre una de las mejores y más completas pruebas de golf en Los Cabos.
Tras las lluvias y los fuertes vientos provocados por un pequeño huracán que ocurrió el otoño pasado, todos los búnkeres del Desert Course se limpiaron de cualquier basura para después llenarse con arena nueva. Dos búnkeres se removieron y dos búnkeres se convirtieron en grandes “Baja bunkers”, o búnkeres tipo “waste”. Además de la limpieza que se realizó a raíz de la tormenta, un extenso programa de limpieza logró restaurar grandes cantidades de áreas desérticas para el juego, además de los fairways. El campo ahora les ofrece a los jugadores la oportunidad de recuperarse de un tiro desviado que se sale del fairway.
La magnífica casa club de Cabo del Sol de 40,000 pies cuadrados está disponible para los usuarios de ambos campos: Ocean Course y Desert Course. Este elegante edificio fusiona la arquitectura colonial y la tradicional con amenidades modernas para crear un diseño distintivo de hacienda mexicana. Caracterizada por sus impresionantes arcos, suelos de piedra y altos techos con vigas expuestas, la casa club cuenta con comedores en el interior y en el exterior, una amplia tienda de golf, vestidores de damas y caballeros y vistas pintorescas del mar y del campo de golf que se pueden apreciar desde sus verandas y terrazas ajardinadas.
Para obtener más información, visite: cabodelsol.com